Esquema para el análisis de la mediatización
Résumé
La juventud no es para los argentinos de 15 a 25 un grupo social bien delimitados. Mucho menos ese lugar de pertenencia tan idealizado por sus mayores. Navegantes sin rumbo de una crisis que sacude a la mayor parte de la sociedad, a veces se sienten más cerca de un adulto desempleado que de otro chico de su edad que no ha conseguido su primer empleo y logra mantenerlo. No. La palabra "juventud" no les suena a comunidad de intereses. Es sólo una etapa de la vida. Tanto que, se dice, están dispuestos a definirse como "adultos inmaduros".
Mantienen relaciones cordiales con sus padres y, cuando pueden, colaboran con los gastos de la casa. No creen en las marcas, no idealizan el consumo y revalorizan el ahorro. El fantasma de la falta de trabajo les quita el sueño, pero tienen una fuerte voluntad de futuro. Sus principales valores son la autenticidad, la sinceridad y la honestidad y, salvo escasas excepciones, dicen no tener modelos que imitar.
Ellos no creen en las instituciones ni en ningún proyecto colectivo pero apuestan firmemente a un futuro con valores tradicionales: formar una familia, tener hijos, comprar casa y auto... y poder mantenerlos. O crecer en la profesión. Son racionales y tienden al equilibrio y a la moderación, sus normas generales de conducta en todos los aspectos de su vida. ¿De qué otra forma sobrevivir en la marejada?
Origine :
Accord explicite pour ce dépôt
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