Un sociologo en el aula : objetos en juego y modalidades
Résumé
Pretender explicar las desigualdades escolares que se están produciendo, es decir, las lógicas concretas de la socialización escolar y el proceso del “fracaso escolar” obliga a tener que elegir los métodos adecuados para ello. La herramienta más adaptada a este tipo de ambición científica es la observación directa de los comportamientos en las clases. El trabajo de observación de las prácticas escolares cotidianas permite, a la vez, aprehender las modalidades efectivas de la socialización escolar que se despliegan en el tiempo, ver la evolución de las situaciones, relativizar la frecuencia de aparición de estas situaciones y, finalmente, habituar a los enseñantes y a los enseñados a la presencia del investigador. Hay un contraste importante entre observación continua y repetida (seguir a los mismos grupos de alumnos durante un extenso periodo) y el cuestionario como demanda puntual que crea una situación de comunicación específica. En el primer caso, se intenta entrar en un espacio y tiempo socialmente organizado modificando lo menos posible esta organización con el fin de captar la lógica social inmanente de las prácticas; en el segundo caso, se trata de obtener “informaciones” sobre esta organización de las prácticas escolares y sobre los comportamientos de los alumnos. Son las apuestas y las modalidades de esta observación en el aula las que serán abordadas en este artículo.
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